La metformina, lo natural v.s lo artificial
14 noviembre, 2016 by TFELRAMAL
La diabetes es una enfermedad que se conoce desde la antigüedad, Areteo de Capadocia, un médico ejerciente en Roma decía de ella que era un enfermedad fría y húmeda en la que la carne y los músculos se funden para convertirse en orina.
Era notorio el aumento de producción de orina (poliuria) de la que le viene su primer nombre (del griego sifón) como también lo era el sabor dulce que adquiría la orina y que dio origen a su segundo nombre “mellitus” (sabor a miel) y al que tanto nos recuerda el término “meloso”.
Este segundo nombre se debe a Tomás Willis que en 1679 hace una descripción genial de la misma quedando desde entonces reconocida en occidente por su sintomatología aunque que en oriente ya se le conocía desde hacía más de 1000 años.
No fue hasta el siglo XIX cuando el médico inglés John Rollo y el francés Bouchardat la relacionaron con la dieta y en concreto con la ingesta de glúcidos y a finales del siglo el alemán Langerhans lo vincula con el páncreas.
En el siglo XX, en 1921, Paulesco demostró como el extracto de páncreas su “pancreatina” era capaz de reducir los niveles sanguíneos de azúcar.
Al descubrimiento de la insulina le valió a MacLeod y Banting el premio Nobel de medicina de 1923.
Determinar la estructura de la insulina fue una proeza de Sanger con el que consiguió el premio Nobel de medicina en 1955 y que dado su pequeño tamaño fue la primera molécula en obtenerse por clonación en bacterias. El descubrimiento de Banting y su ayudante Best de la molécula de la insulina en octubre de 1921 fue utilizada en 1991 para conmemorar el Día Mundial de la Diabetes, el 14 de noviembre, fecha de nacimiento de Banting.
La diabetes es más un síntoma que una enfermedad con consecuencias graves ,distinguiéndose dos tipos:
La tipo I (juvenil o insulinodependiente) caracterizada por la ausencia de insulina y la tipo II en la que escasea la insulina o su funcionamiento es defectuoso. Es este segundo tipo el más frecuente (90%) y el que los nuevo hábitos de sedentarismo y obesidad no hace otra cosa que incrementarlo.
El tratamiento farmacéutico de elección en la diabetes tipo II es la metformina, tiene su origen en una planta la Galega officinalis (ruda cabruna) cuyas propiedades hipoglucemiantes se conocen desde la Edad Media. Sin embargo la guanidina, el principio activo responsable de bajar los niveles de glucosa descubierta en 1918 resultó ser muy tóxica y no pudo ser empleada con fines medicinales.
La metformina, un derivado de la guanidina, desprovisto de estos efectos tóxicos, se descubrió en la década de los años 20 no tuvo repercusión porque la mirada de los profesionales estaba puesta en otra molécula mucho más activa, la insulina.
Fue un hallazgo casual en la década de los 50 mientras se utilizaba para tratar la gripe, cuando la diabetóloga francesa Jearn Sterne descubrió y respaldó el potencial antidiabético de la sustancia a la que bautizó como glucófago por su apetito por la glucosa.
Hoy en día se sabe que tiene efectos secundarios indeseados entre ellos el déficit de vitamina B12 por lo que se recomienda la administración conjunta de la misma a dosis altas por vía intramuscular o por vía oral.
Por todo lo expuesto te recomendamos que todo tratamiento farmacológico sea seguido por un profesional sanitario de tu confianza ya que siempre se ha de evaluar los riesgos y los beneficios.
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